Bueno, bueno, bueno, eso le dijo el trigo al centeno.
Tras el exitoso sándwich Quagmire, es turno ahora para el clásico atemporal del revuelto de atún. Cuantos buenos ratos hemos pasado en nuestro piso con esta delicia.
Lo único que necesitamos (y que espero que, tras 30 años de estado del Bienestar, tengáis en vuestros hogares), son dos huevos (de gallina) y una lata de atún.
En sintonía con la escasez de ingredientes necesarios, las instrucciones son de lo más sencillitas. Todo empieza cogiendo los dos huevos (evito cualquier alusión humorística), cascarlos en un plato (bien fregadito, no me jodáis), y empezar a batirlos de manera enérgica. Fuerte, con ganas.
Una vez que tengamos los huevos perfectamente revueltos (jajajaja), echamos en ese mejunje el atún, desmenuzadito para que el acabado final sea galáctico.
A continuación, nos toca ya volcar todo en la sartén (que previamente habíamos situado al calorcillo de la vitrocerámica), y, tras ver que empieza a coger un colorcillo amarillo la mezclilla, coger un tenedor de madera (ya véis aquí se cocina con tecnología punta) y fragmentar el amago de tortilla francesa en el que se estaba convirtiendo nuestro plato para terminar de conseguir el revuelto favorito de abuelos y niños.
Sencillamente insuperable.
Un 9.
esa fue mi cena el otro dia...pero sumando una lata de champiñones...ese gran comodin en la cocina...
ResponderEliminarseeeh...me cunde...es mi revuelto de urgencia...también está la modalidad tortillafrancesa de atun y/o queso...sólo que a mí personalmente termina por parecérseme a un revuelto anyway...tengo poca maña con las vueltas de tortilla, aunque sea francesa...
ResponderEliminarMister Marsopa es el Arguiñano del Siglo XXI, con sus recetas populares y para todos los bolsillos y sus ingeniosos chascarrillos.
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