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domingo, 1 de febrero de 2009

La muerte del cd








Reconozco que los ordenadores y yo somos dos. No les tengo cariño y creo que ellos a mi tampoco. Pero, desde luego, sería muy hipócrita por mi parte decir que no los quiero en mi vida. Me bajo música como el que más. Pero me han obligado a dejar de grabar cds; eso lo echo de menos, y a ellos de más.

Recuerdo con especial ilusión la época en que grabar un cd era una experiencia extraordinaria. Tú o un amigo conseguíais uno e ibas a una tienda 'especializada' donde hacías una copia. Por no hablar del día en que decidías comprarte uno. Fiesta nacional. Y llegabas a casa con un tesoro. Y así podía escucharme the unforgettable fire, Money for nothing o Definitely maybe meses y meses. Eran 'tus' discos. Y te los sabías como el padrenuestro.

El Ares nos ha quitado ese romanticismo.

Está claro que es bueno poder tener más cedés y conocer más grupos, pero resulta imposible recuperar esos nervios al ponerte a escuchar un disco nuevo. Mejor que no me diesen a elegir qué época prefiero porque las consecuencias podrían ser catastróficas. Me acuerdo cuando con 14 años miraba mis discos y contaba treinta y pico. Podría decirlos de memoria. Ahora en un mes me bajo otros tantos, y no tengo tiempo (y a veces ni ganas) de escucharlos.

Ya no es que no sea romántico bajarte en dos días las discografías de David Bowie, The Who o Bob Dylan y creerte el rey del mambo.

Es que eso roza la pornografía.

9 comentarios:

  1. Joder, cuántas veces lo habremos hablado tú y yo eso.

    Personalmente me parece una mierda y un paso atrás culturalmente en ciertos aspectos: Ahora la música es como comprarse una bolsa de pipas, sin encanto, gris, de usar y tirar. Antes un disco "era" un disco. Y qué bien sabía, joder.

    Lo único que me consuela un poco en ese sentido son los vinilos, pues vuelve a ser como antes, con un vinilo puedes "tocar" la música. Y eso se agradece.

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  2. Seré un romántico, pero yo sigo y seguiré gastándome una pasta en cd`s de vez en cuando.

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  3. Lo que tiene que morir es la SGAE, y su puto canon digital.

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  4. Puestos a gastarse, es mucho más romántico un buen vinilo, con ese toque añejo, que un cd, tan desvirtuado ya hoy en día.

    Además, los vinilos maquean mil.

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  5. Si Luvchenko me compra un buen reproductor de vinilos, pues me lo pensaré, de momento me quedo con el cd, que a parte de ser bonito, lo puedo escuchar y todo y no se me queda acumulando polvo en la estanteria

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  6. Bueno, claro, hace falta una de esas cosas con aguja, también es verdad.

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  7. Esas cosas con aguja que si mueves el vinilo hace wiñuwiñu!
    Gran verdad. Mis preciados cds siguen y seguiran adornando mi habitación, pena que sean ahora un adorno.

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  8. pasó un poco lo mismo con la pornografia, al irse el VHS se llevó con él su mágico halo de clandestinidad

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