Un hombre aparece en el desierto de Arizona. No tiene rumbo, pero camina con paso firme y decidido, y con la mirada perdida en el vacío. No sabemos nada sobre él, ni su nombre, ni de donde viene, ni, por supuesto, adonde va.
Asi empieza París, Texas, uno de los títulos que más sobresalen en la década de los 80'.
Según avanza el metraje, se irán respondiendo todos los interrogantes, y conoceremos los detalles de la vida de Travis (el nombre del grupo viene de este personaje, excelentemente construido dentro de un guión sin fisuras), a su mujer(impactante Nastassja Kinski, con una belleza tan simple que te desarma) y todos los motivos que le hicieron acabar tan jodido.
Son los silencios, una sensibilidad mística, los planos de paisajes conmovedores donde el interés está en la línea del horizonte y los diálogos recitados con melancolía las armas que maneja Wenders para retratar la superficie de las cosas, ésas que, por estar a la vista, nunca se ven.
Un casi perfecto 9.5
Te gustará si te gustan el cine de autor, los silencios, las road-movie, Jean-Luc Godard.
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