En este nuevo apartado (si es que estamos que lo tiramos) recomendaremos cada semana un grupo imprescindible que quizás no haya tenido la repercusión que merece(o si).
Desde luego El columpio asesino no la ha tenido. Respetado y admirado por la crítica nacional, ha alcanzado el estatus de grupo de culto precisamente porque su música no ha llegado más que a una minoría.
La verdad es que no entiendo cómo una propuesta tan innovadora y transgresora como la de esta banda pamplonica quede tan solo para el disfrute de cuatro gatos, porque obras maestras como De tu sangre a mis cuchillas o La gallina (para mi uno de los cinco mejores discos nacionales de este pasado 2008) deberían estar, por méritos propios, entre los álbumes más influyentes de los últimos años en España, al nivel de otros míticos de Planetas, La Habitación Roja, Niño Gusano o Surfin' Bichos.
Y es precisamente con este último con el que, quizás, más certeramente se puede comparar al Columpio Asesino. Letras crudas y crípticas, ambientes torturados y distorsión; un cóctel al que la banda de los hermanos Arizaleta añaden sintetizadores, consiguiendo un sonido totalmente original en relación a lo que estamos acostumbrados por estos lares.
Si no los conocen, escuchen La marca de nuestra frente es la de Caín, de su último disco, y juzguen ustedes mismos.
GRANDES, GRANDES, PERO MUY GRANDES, COJONES. El mejor disco español del 2008 muy pero que muy de largo, la Gallina, hace falta más grupos transgresores como este en España y menos poperillos de tres al cuarto
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