No creo que muchos grupos de los últimos años puedan presumir de un disco debut tan brillante como éste.
Las tortuosas letras, los esquemas repetitivos, los ambientes oscuros y esa elegancia fria y decadente presente a lo largo de todo el álbum son algo más que la seña de identidad de Interpol; son una manifestación de intenciones; la ideología del grupo que supo sacar del armario el sonido de Joy Division y de los primeros Echo and the Bunnymen y darles una tuerca de vuelta decisiva para entender la música del siglo XXI.
Pero son mucho más que una revisión de Chameleons. Y lo demostraron desde el principio, con canciones emocionantes, que te traspasan, y exigen otra escucha. Y otra. Y otra. Hasta hacerlas tuyas, entender el dolor que desprenden, y analizarte a ti mismo cada vez que suene NYC o Say Hello to the angels.
Increíble.
Escuchar preferentemente: para disfrutar con todos y cada uno de tus sentimientos autodestructivos. También sirven para ponertelos de camino a la facultad, ducharte de buen rollo, pensar, jugar al Pro y pedirlos al Dj para sentir que has hecho la buena obra de la semana.
Canciones destacadas: Obstacle 1, PDA, Obstacle 2, NYC, Untitled, Stella....
Prefiero Antics, pero este también estaría en mi TOP 10 de discos preferidos.
ResponderEliminares un grupo malditaseamentebueno, sin duda en mi top five de grupos vivos
ResponderEliminara muerte con scale, c'mere y slow hands