La verdad es que no sé muy bien por qué comento este disco. No es una novedad, y está lejos de ser un clásico. No se ha hablado casi nada de él, no ha triunfado, (y no creo que lo haga) y tampoco es el nuevo Nick Drake. Pero este disco tiene algo.
Supongo que será su aura de tristeza, que rodea todas las canciones y que definitivamente te ayuda a la depresión y el desamparo. Porque aquí no hay rastro de alegría. La sensación de angustia existencial se acrecienta por momentos, mientras escuchas lamentarse, sin amargura, solo empleando la sinceridad, a un tipo que ha llorado bastante (o no, la verdad es que me da igual) por culpa de una vida -densa,deprimente- que al final acabará siendo, inevitablemente, una puta mierda.
Acabar los estudios, encontrar un trabajo que ni siquiera te gustará, acostumbrarse a una rutina que te ahoga en la melancolía mientras que te olvidas de ser feliz, casarse con una mujer o un hombre con el que te limitarás a compartir la pasta de dientes, tener unos hijos que seguramente serán igual de capullos que todos los hijos, y terminar todo para mirarse en el espejo y sentirse solo.
A veces el pesimismo es tan inevitable como hacer música para sordos.
un 8
será que no he querido oír tus llantos / será que también lloro
Estás para invitarte a un helau.
ResponderEliminarCita espléndida sobre los sordos.
Además de inevitable el pesimismo es también fútil.
Hola, soy ab. y para mí este disco tiene mucho de clásico y como todos los clásicos tendrá su máximo explendor social no una vez publicado, sino, al cabo de un tiempo no sabría decir cuanto, pero lo que sí sabría decir, es que un disco como "madera y poca luz" serán de esos disco y canciones que nos acompañaran toda la vida y cuanta mayor sea su edad mejor será su escucha...
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