Disco malditaseamente bueno de la semana: "Canciones para el tiempo y la distancia" (Iván Ferreiro)

Escuchar este disco me produce, aún ahora, escalofríos.

Da igual que hayan pasado ya 4 años de su publicación, que sus canciones estén impresas en el forro de todas mis camisetas, o que Turnedo haya sido fusilada una y otra vez por pijas borrachas.

Este álbum es irrepetible, y hay que reinvindicarlo. Surge de unas circunstancias vitales muy especiales, que desemboca en algo único. No hay muchos discos con tantas canciones con las que me identifique. Cuantas cimas emotivas se pueden llegar a alcanzar, a través de unas letras que te gustaría que se te hubiesen ocurrido, aunque solo fuese por pensar en gris.

Es emocionante volver a enfrentarse a sus canciones, y volver a sentir todo lo que has pasado en tu adolescencia, cuando tenías a Iván Ferreiro en un pedestal. Primero con los Piratas, luego en solitario. Pero siempre siendo único. No es indie. Ni falta que hace. Vende, pero no se ha vendido.

Todo empieza y acaba en él. En sus canciones, y en sus letras. Cantándonos, a nosotros, no a cualquiera. A nuestros viajes y a nuestras relaciones. O a ambos. Porque los mejores viajes son los que sirven para eliminar la distancia que separa a dos personas.

Te inventaré en cualquier mirada
Cualquier gesto
Cualquier cama...
Te inventaré cada mañana...