En medio de la filmografía de Russ Meyer (más o menos calenturienta, según los casos), nos encontramos con Faster, Pussycat Kill¡ Kill!, una película que se escapa de todas las etiquetas. Erótica? Gore? Road-Movie?
Lo cierto es que en los 60', en plena liberación sexual de la mujer, este director se vio totalmente incomprendido por la élite intelectual de la época, que no acertó a ver en este film algo más que lo que se mostraba a simple vista (mujeres bastante pechugonas, tacones, coches y ostias a diestro y siniestro)
En realidad, esta película es un canto a la libertad de la mujer. Las protagonistas (Billie, Rose y Varla -la increíble Tura Satana-) son inteligentes, astutas y llevan la voz cantante, mientras que los hombres quedan retratados como violentos y bastante cortos de miras. El ritmo es frenético (tipo cómic), las situaciones se superponen unas a otras (apoyándose en una curiosa forma de transición, basada en la asociación de ideas), los diálogos son totalmente descacharrantes y la música juega un papel principal en la trama.
Todo esto acaba conformando algo grande; una peli que con los años se ha visto engrandecida hasta convertirse en lo que es actualmente, una obra de culto.
Y es que el paso del tiempo siempre ha jugado a favor de Russ Meyer. Los mismos estudios que primero lo rechazaron por su cine , cambiaron de opinión tras el taquillazo de Vixen. Las feministas que lo criticaron por su "explotación" del cuerpo de la mujer, acabaron admirando su valentía, y su apuesta por el lado femenino de la vida. Y los críticos que despotricaron contra su estilo "menor" y tacharon sus películas de pornográficas, terminaron situándolo como uno de los directores más influyentes (Tarantino no existiría sin Meyer) del cine contemporáneo.
Un 9
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hable ahora o calle para siempre.