Un disco pop de madurez. Así definió
Jason Pierce en varias entrevistas su nuevo disco al frente de
Spiritualized. Y sí, es un disco pop, enraizado a partes iguales
entre las melodías sesenteras ('Hey Jane', 'Little Girl',
'Headin' for the Top now', 'Get what you deserve') y el pop de
estética cinematográfica, con elevados arreglos de viento y cuerda
('Life is a problem', 'So long you pretty thing'). Y
sí, se aprecia una voluntad de madurez entendida como reflexión y
búsqueda de la belleza, algo que aunque no es inédito en Pierce,
pocas veces había sido tan evidente como en este elepé, que
confirma de forma expansiva lo expuesto en el anterior 'Songs in A&E' (2008).
Este aspecto enmarcado en un fondo
común permite entender este 'Sweet Heart, Sweet Light' como un paso
adelante, una evolución continuista sin trazo de ruptura con su
trayectoria. Evidentemente queda lejos estilísticamente del
monumental y definitivo 'Ladies and Gentleman We Are Floating in
Space' (1997) y de su recorrido en los fascinantes Spacemen 3, pero
aunque aquí no encontremos ese rock espacial, sus coordenadas siguen
siendo las mismas. Porque Pierce sigue inmerso en su universo de
advocaciones místicas, de interminables referencias a los 50' y esa
característica querencia por el gospel que lo ha acompañado
siempre. Simplemente ha dulcificado un discurso que se hace más
inmediato mientras mantiene los niveles de emoción.
9, 25
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