Quién sabe dónde está el techo de
Beach House. Tras el referencial 'Teen Dream' (2010), que había explotado
las virtudes ya degustadas en los magníficos 'Beach House' (2006) y 'Devotion' (2008),
podían generarse dudas de cómo sería el cuarto disco, si aguantarían el tirón o si su dream-pop reformulado terminaría agotándose. Pues en 'Bloom' sólo hay espacio para grandes noticias, esto es cosa
seria.
Porque han respondido como los buenos. Siendo extremadamente fieles a su personalísima propuesta, han excavado nuevas vetas sonoras, arrimándose a veces a la vertiente pop pero siempre profundizando en una belleza orgánica alejada de la mera estética. Menos directos que en 'Teen
Dream' y a la vez con más cuerpo, se aprecia un carácter algo más trascendente, expresando sensaciones que se cuelan irremediablemente en el cerebro.
El conjunto fascina. Decir que 'Myth' o 'Lazuli' sobresalen suena insípido, porque en realidad el valor del disco se encuentra en su propio concepto, en sentir cómo se filtran las atmósferas y poder absorber el sentimiento cautivador que recorre todo el elepé.
"No creo que queramos llegar a ser muy grandes", declararon en una entrevista en JNSP. Al margen de la nueva audiencia que seguro atraerá 'Bloom', creo que la grandeza de Beach House ya es algo incuestionable.
9,5
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