Con sólo tres discos en cartera (con su reaparición el año pasado se anunció el lanzamiento de un nuevo elepé que todavía no ha visto la luz) pero con un brillo que los hace especiales, Mazzy
Star tiene ganada la etiqueta de imprescindible. Cercanos a
los postulados estéticos de Cocteau Twins o Cowboy Junkies, Hope Sandoval y David Roback avanzaron con pasos silenciosos en el dream-pop
formando un espacio íntimo y evocador, en el que el tiempo se dobla
y las canciones sobreviven en estado de duermevela.
.'She hangs brightly' (1991): Su primer
disco, uno de los mejores elepés de los 90. Sin fisuras, presentando
un sonido reconocible pero a la vez heterodoxo, que les permite
estirar su (rica) paleta estilística hacia sonidos guitarreros
('Blue Flower'), coqueteos con la psicodelia ('She
hangs brightly') o el blues ('Free'). Todo
conducido por la voz de Sandoval, que se engancha al jersey del
oyente casi por inercia.
.'So tonight that I might see' (1993): Mazzy Star observa su reflejo y visualiza el camino. Pese a que el
disco mantiene inicialmente el patrón de su ópera prima, se aprecia
que tras ese arranque continuista (donde encontramos cortes como
'Fade in to you' o 'Bells rings') el álbum se decanta
hacia áreas más ambientales, resonando The Velvet Underground
y aumentando la dosis de capas y experimentación sonora.
.'Among my swan' (1996): En su momento
fue el disco menos reconocido. Es el más complicado, y puede que la
fórmula se resienta con el paso del tiempo. Pero aún así, el encanto permanece y
da para canciones de la altura de 'Take everything', 'Flowers
in december', 'Happy' o 'Umbilical'.
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