Si Comet Gain transmite algo es
sinceridad. En sus discos no hay espacio para la impostura ni para la
persecución de una estética determinada. Andando el camino que
trazaron (cada uno desde sus coordenadas) grupos como The Replacements, Orange
Juice o The Fall, aquí sólo se permite la música, en una actitud
romántica a través de la que el pop destartalado, los insultos y la
inmediatez mutan en algo perenne.
'Howl of the lonely crowd' (2011) sigue
centímetro a centímetro la estética Comet Gain, con una puntería
que recuerda inevitablemente al 'Réalistes' (2002). Tras un arranque acelerado con melodías infalibles ('Clang of the concreted swans', 'The weekend dreams' y 'An arcade from the warm rain that falls' son tres
muestras del pop lo-fi que tan bien facturan los de Londres), llega 'She
had daydreams', un medio tiempo que funciona como transición antes de que vuelvan a sacar los dientes con otros tres cortes
rabiosos ('Working cicle explosive', 'Yoona Babies' y 'Herbert Hunke prt.
2') en los que se llega al clímax emocional del disco. Después, la
inevitable cuesta abajo emocional, en la que hay tiempo para
reivindicar el poder de la música ('The ecstatic library'), ponerse
melancólico ('After midnight, after its all gone wrong') o incluso
llorar por el amor perdido ('In a lonely place').
Acercándose al ciclo vital del festejo
alcohólico, el elepé recoge todo un manual de emociones etílicas, desde
el ligoteo nocturno hasta una rebelión honesta que plantea tomarse
unas cervezas y gritar que estamos hasta los huevos de casi todo.
8,5
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