Albert Fernándes, popularmente conocido como Alf, ha sido un personaje controvertido a lo largo de su breve aunque intensa carrera. De padre escocés y madre colombiana, ha llegado a ser denominado "el George Best de la cámara", para luego ser rebautizado como "el santo de Bogotá".
Su papel protagonista en la conocida serie Alf lo catapultó a la fama. Fue descrito por la crítica como "lo mejor que le ha pasado al audiovisual desde Mr T", llegando a ser casi legendaria su fama de tipo abierto y encantador, siempre con una sonrisa en la cara.
Tras terminar Alf (para cerrar un "bonito ciclo" como dijo el propio actor), Albert explotó su tirón publicitario, paradójicamente anunciando comida para gatos, animales que el actor confesó adorar. Tras ahorrar una buena suma, Albert decidió invertir, lo que le acabó convirtiendo en uno de los productores porno más ricos de todos los tiempos.
Fue en esta época en la que comenzaron sus graves problemas de alcoholismo, que le llevaron al borde de la muerte en más de una ocasión. Durante años combatió su adicción hasta que abrazó la religión evangélica. "Toda esa mierda ha quedado atrás. Ahora el Señor es mi única droga", declaró en una ocasión.
En 1997, desapareció literalmente del mapa tras donar su cuantiosa fortuna a su propia ONG, "Jesús en mi corazón", y se cree que aún hoy sigue como misionero en África.
Desde Cierraelmaletero, le desamos lo mejor, esté donde esté.
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Te olvidas de su regreso en forma de chapa.
ResponderEliminares tan genial !
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