Todo empezó con los Mando Diao, que vinieron dispuestos a dejar claro su particular travesía del desierto, ofreciendo un concierto bastante raquítico (tanto en el minutaje -45'- como en lo musical).
No es que hayan perdido su talento (que lo tienen, y en cantidades industriales), y siguen estando igual de buenorros que siempre. Pero empeñados como están en buscar lo trascendente y madurar su sonido, han logrado que crítica y público acojan con frialdad propia del Circulo Polar sus recientes trabajos, y añoren cada vez a esos Mando rockeros de hace cinco o seis años, tan molones y que ofrecian auténticas joyas como las contenidas en Bring'em In y Hurricane Bar.
Un 5, y unas ganas locas por hablar con estos chicos y pedirles que vuelvan a sus origenes... ¡¡por favor!!
Después de ésto, salieron a escena los escoceses más archiconocidos del mundo mundial. Y vaya como salieron. Como las balas. Y con The Fallen bajo el brazo, para darme un tortazo en la cara, y decirme que no hay nadie como ellos.
Puede que se me haya pasado hace bastante tiempo la etapa F.F. Y que haga mucho tiempo que no los escuche en casa, y que no le haya hecho ni caso a su último LP. Pero los de Alex Kapranos son únicos dominando a las masas. No hay hoy por hoy ningún grupo extraído de los circulos independientes con esta capacidad de convocatoria (15000 personas, de toda clase y condición, entregadas a sus pies), y con tanta facilidad para hacer bailar y saltar y sudar y pasarlo pipa. Son unos cracks en directo, y eso se percibe en un momentico.
En medio de la locura colectiva fueron cayendo los temazos que en tan solo tres discos recopilan (por cierto, el flojillo Tonight gana muchos enteros en directo). The Dark of the Matinee, Michael, Take me out, Ulysses, Walk away, Do you want to, This Fire... todas, absolutamente todas, sonando cojonudas (y es que por mucho que estén resobadas hasta el extremo, siguen siendo cancionacas como las copas de los pinos), en un concierto que solo se puede calificar como de manual.
Nada que objetar (si acaso, esos Oes oes oes finales del público, que no podrían haber sonado más trasnochados; un concierto no es una plaza de toros, por dios).
Un 9, y tan contento.
Antes que Mando Diao tocaron Kissogram (alemanes para más señas) a los que casi no tuvimos tiempo de ver, asi que dejo en manos de JNSP la valoración de su concierto, Juas Juas.
ResponderEliminarpardiezz... recemos por este post.
ResponderEliminarDa gusto leerte, ciertamente parece q has hecho las paces con los Ferdinand y.. se vislumbra un apice de culpabilidad por no haberte mamado su nuevo disco? si es q al final no te puedes negar a su magnetismo!!
Por cierto muy gracioso el parentesis de (15000 personas, de toda clase y condición, entregadas a sus pies)me recuerda a una conversacion en la que la gente de toda clase y condicion no molestaba poco a un susceptible comedor de tortilla con chorizo.
jajaj muy guay la cronica :)
yo nunca me enfadé con F.F, simplemente se me pasó la etapa, aunque les reconozco sus méritos, que son muchos,XD
ResponderEliminarya se sabe que uno no se puede fiar en demasía de los comedores de tortilla con chorizo, que luego pasa lo que pasa...
a pastelear a otra parte, eh?
ResponderEliminarbueno es que era lo que faltaba
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