Los toledanos, en su búsqueda perpetua de la perfecta melodía, se han vuelto a dar de bruces con la tecla. Esa tecla que les permite presentar un disco repleto de canciones que te invitan a decir "pero mira qué buen día hace", "qué simpatico es todo el mundo" y todas esas chorradas optimistas; tontas a la vez que necesarias, y que de vez en cuando te obligan a creer y a desear a un grupo tan entrañable como éste.
Porque no todo iban a ser complicaciones. A veces viene bien la sencillez. Da igual que hablen de amor, desamor o de que si les va mejor el mozilla que el explorer. En todas las canciones de este LP se transmite un buen rollo contagioso, que sigue molando escuchar.
Y que si, que no inventan nada, que todo lo que han hecho se ha hecho antes mejor (observación un tanto gilipollas si tu espejo son los Beatles) y todas esas cosas; pero tocan genial, son majos y se sacan de la manga temazos. Con My Plan, I, Everything remind of you, la preciosa Hold on to Love (que canta cojonudamente el inglesaco alto y rubio de los sintetizadores, por más señas Parish Lyndon) o Row, es fácil pensar que estos chicos se merecen un huequecito en nuestras vidas. Siempre habrá un momento Sunday Drivers.
Un 8, y encantado de la vida.
Pues a mí no me acaban de convencer, no escuché este álbum, pero los anteriores me aburrían a las pocas escuchas...
ResponderEliminary ya esta!
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