Este disco parece salido de las vísceras de este par de jovenzuelos de San Francisco. Cada canción desprende una rabia que no te puede dejar indiferente.
La soledad y la angustia son los principios básicos que transmite, pero sobre todo un profundo sentimiento de que por muchas hostias que te den en la vida siempre hay tiempo para correr y pelear.
Desde el furioso comienzo con Las Cruces Jail van corriendo los minutos y te vas dando cuenta de que estás escuchando algo especial y emocionante; siendo las únicas culpables una batería, una guitarra y la desgarradora voz de Adam Stephens.
A medio camino entre el folk, el country y el rock hasta sus temas más tranquilos dejan una sensación de intranquilidad, como que tarde o temprano algo va a estallar.
Nos regalan también algún hit espectacular como Steady Rollin' o Long Summer day, que se mantienen en tu cabeza irremediablemente.
Los dos galanes han logrado un sonido totalmente personal, ayudándose del gran dominio de sus instrumentos y un halo de melancolía y sinceridad que empapa todo el álbum. A pesar de su juventud, parece que han pasado de todo en la vida y que te lo están contando directamente a tí.
Descarga directa
Escuchar preferentemente: Cuando estés solo y con ganas de autocompasión.
Canciones destacadas: Las cruces Jail, Steady Rollin', Long summer day, The prodigal son, Waves of grain.
Ah, y en directo un auténtico espectáculo.
vaya jojoya de cancion
ResponderEliminarvaya pantalones el batería en la foto!
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