Vidas malditaseamente interesantes: Hoy Grigori Rasputín (alias el Monje Loco)

Nuestro Rasputín nació en una aldea llamada Pokrovskoye, un frío 22 de Enero de 1869. Muchacho alto y desgarbado, desde bien pronto destacó en su entorno, por lo bien que robaba el ganado (es decir era un vil cuatrero). Tras joder a los ganaderos, se metió en un convento con 18 añitos, y tres meses después se piró de allí, para seguir jodiendo; esta vez en el sentido más literal de la palabra, al ingresar en una secta cristiana que tenía como principal ocupación organizar orgías. Así cualquiera me diréis vosotros.

El tiempo siguió andando, y Rasputín follando. (el sexo fue, junto con la religión, el leitmotiv de toda su vida; no en vano tenía un pene de dimensiones bíblicas; 28'5 centímetros se gastaba el angelote). Tras cansarse de tanta juerga, conoce a un tal Makariv, y junto a él estudia viejas religiones, tradiciones, esoterismo y algo de historia; mientras seguía conociendo a nuevas mujeres, que desfilan por su vida con una alegría pasmosa.

En 1903 vuelve a la madre Rusia (tras unos años peregrinando por el viejo Continente) y se aposenta en San Petersburgo, con el objetivo de relacionarse con la familia real. Algo que consiguió rápidamente, ya que con la enfermedad del más pequeño de los Romanov (el zarevich Alexei) fue reclamado a palacio para que lo salvase. Tras conseguirlo, se convirtió en el hombre de confianza de la familia, y con los datos que se manejan, podemos decir sin temor a equivocarnos que vivió de puta madre.

Hasta que un día, el príncipe Félix (del que las malas lenguas decían que era amante de Rasputín) y el gran duque Demetrio decidieron darle matarile. Y no fue la mítica promesa de botellón, ya que unos días después, el 29 de Diciembre del 1917, este hombretón la espicha, tras ser (se lo tomaron en serio) envenenado, tiroteado y arrojado al río Neva.

Qué tío este Grígori.