Series: Arrested Development

Muchas de las series cómicas anglosajonas que servidor ha visto (quedan tantas sin ver que da vértigo pensarlo) y que consiguieron trascender en los últimos años se podrían agrupar en tres familias más o menos estandarizadas.

Tenemos por un lado las de un humor razonablemente blanco y para público amplio (Modern Family, How I Met your Mother, Friends ...), por otro lado las destinadas a un nicho segmentado de la audiencia, con un humor caracterizado por continuas autorreferencias y guiños (Freaks and Geeks, IT Crowd, The Big Bang Theory, Community, Flight of the Conchords...) y por último las que desprenden un humor más retorcido, muchas veces británico (The Office, Misfits, Trailer Park Boys, Shameless, Little Britain...).

De esta tipología se pueden escapar numerosas series. Pero pocas con mayor holgura que Arrested Development. Partiendo de una base más o menos convencional (las visicitudes de una familia rica estadounidense tras el encarcelamiento de su patriarca), se va construyendo una comedia coral hilarante, con una galería de personajes maravillosos (Tobias Fünke es un must) y que a través de un humor original y sin etiquetas consiguen la genialidad en cada uno de los 53 capítulos que duró hasta su cancelación en febrero del 2006.

Eso sí, el asunto no es sencillo a priori. Parte de su gracia es el metahumor –bromas sobre bromas ya realizadas en capítulos previos–, los diálogos son muy rápidos y es necesario prestar atención a los numerosos detalles que van hilando la historia. Pero el esfuerzo merece mucho la pena.

Siendo sincero, junto con IT Crowd y The Office UK, Arrested Development es la serie que más carcajadas me ha sacado en mi vida. Y en estos tiempos grises, unas risotadas nunca vienen mal.