Hoy por hoy, dentro de los músicos estatales en activo hay tres nombres de los que no se debería dudar a la ligera. J, Fernando Alfaro y Sr. Chinarro.
Admito que esta certeza se me resquebrajó
un poco tras escuchar por primera vez 'Presidente' (2011). Las imágenes que desprendían las canciones no me llegaban, sus rimas parecían un poco fáciles e
intrascendentes... Cierto que la decepción inicial menguó
con el tiempo ('San Borondón' y 'Babieca' destacan, 'El cuchillo y el
pastel' y 'María de las Nieves' impresionan), pero el conjunto no
estaba a la altura de una discografía como la de Sr. Chinarro.
Demasiadas canciones olvidables, escasa huella para alguien con el
listón tan elevado.
Así, tras entregar el que para mí fue
su peor disco en casi dos décadas de carrera, y tras recordar que ya
en su momento 'Ronroneando' (2008) me había gustado menos que 'El Mundo
Según' (2006), el anuncio repentino de que estaba grabando un nuevo
LP lo acogí con sensaciones encontradas. A ver qué pasaba.
Afortunadamente, la chispa
sobrevive. Porque '¡Menos Samba!' convence. Mucho. Ya en la primera
escucha percibes que la cosa funciona. El aire casi 'beirutiano' de 'La plaga', los aromas a 'El Fuego Amigo' (2005) de 'Tu elixir' (influencia que se repetirá en
otros cortes, como 'Brasilia), toques
folclóricos tan suyos ('Todo acerca del cariño') y ecos
de sus tiempos iniciáticos, con esa 'Hot mothers' un poco a lo
Breeders, sacan un suspiro de alivio a la parroquia.
De manera evidente en un álbum de 19
canciones, hay elementos que no funcionan y que embarran el balance
final. Según avanza el minutaje, canciones como 'La curva de la felicidad', 'La iguana
Mari' o 'Las habichuelas' desentonan, aunque afortunadamente 'Medio pollo' o 'Todo para mí' ejercen como contrapeso emocional consiguiendo que la sonrisa sobreviva sin torcerse hasta el último segundo del disco.
Con esto por delante, objetivo
cumplido.
Es innegable que estamos ante un Sr.
Chinarro diferente. Lo que se venía rumiando y se vislumbró en 'Presidente' termina de confirmarse aquí. Ofrece una imagen más a gusto con su papel en el
mundo, se muestra más directamente político que nunca (algo
comprensible vista la situación de España) y se expresa de forma cómoda
ampliando el abanico estilístico de su repertorio.
Pero esto no significa un Sr. Chinarro
peor. La confianza en sí mismo repercute en canciones brillantes, la
ideología siempre encontró cobijo en sus letras y afortunadamente
la mordacidad y su genial visión de lo cotidiano y de las relaciones
siguen con más vigencia que nunca. Sólo podemos felicitarnos por
ello, y esperar que dure muchos años más.
Un 8
Canciones destacadas: La alcazaba,
Brasilia, Todo para mí, Tu elixir, Hot Mothers.
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