Si no les parece mal voy a destriparles en vivo y en directo la última peli que he visto pagando: "Gomorra"
Antes de entrar al cine, me esperaba unos mafiosos en cierto modo glamurosos a la par que adorablemente cabroncetes (a lo Joe Pesci en "Uno de los nuestros"), pero lo que me encontré con "Gomorra" fue a un puñado de tipos tatuados y bastante feos, con pinta de canis y peligrosos como una ruleta rusa de un único jugador.
Gomorra nos cuenta el día a día en Nápoles bajo el yugo de la Camorra (una gente muy chunga, se lo aseguro). Está hecha en la línea de "United 93" o "Bloody Sunday" (de Paul Greengrass ambas): una cámara fría, ausencia de una banda sonora tangible y un aura a documental que, si en otros casos funciona manteniendo la tensión, en esta peli me provoca más que Gomorra, Modorra. (Equisdé)
Y si, como decía, el glamour ha muerto, la mala leche está claro que no. Persiguiendo ante todo la veracidad, Mateo Garrone abandona cualquier artificio para presentarnos a unos personajes que, desprovistos de toda épica, abarcan casi todo el muestrario de los que pueblan la Camorra: pistoleros, jefes, nuevos reclutas, mensajeros, víctimas... aunque quizás no era necesario que sacase el catálogo entero.
La cinta adolece de un excesivo metraje y de una falta de ritmo como la de un mandril bailando claqué. No hay una trama estructurada que te permita estar atento al siguiente movimiento, y únicamente los dos pequeños Tony Montana de la foto tienen cierto carisma.
A su favor está que como documental funciona bastante bien, y que si te pilla el día reflexivo es posible que tenga cierto empaque. Pero como no estoy muy seguro de eso, háganse los sordos.
En definitiva, yo de ustedes tiraría de Ares y no me acercaría por Nápoles. Por lo que pueda pasar.
Que sea un 6´5
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