A finales de los 70, una panda de tipejos decidió ponerse el mundo por montera y controlar Roma, pasando por encima de quien hiciera falta y convirtiéndose en una banda mafiosa de las que es mejor ver sólo en la tele. Y tuvieron maña para ello, desde luego.
A grandes rasgos ése es el argumento de Roma criminal (Romanzo Criminale en italiano, que suena mejor). Con personajes tan carismáticos como Frío, Dandi, El Terrible o El Libanés, que permítanme la licencia, es el puto amo, esta serie de doce capítulos, adaptación de la novela del mismo título, te deja siempre con ganas de más, y eso es sobre todo gracias a su falta de concesiones, a su buen pulso en la dirección, a una ambientación setentera en la que sólo falta que aparezca Cruyff de joven, con sus patillazas y su todo, y a Daniela Virgilio, que cada vez que aparece se come la pantalla. Qué mujer.
Un bonito y mafioso 8,5